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relativismo moral y absolutismo moral


Relativismo moral y absolutismo moral

En esta lección, aprenderemos sobre dos ideas: el relativismo moral y el absolutismo moral. Estas ideas nos ayudan a comprender cómo las personas deciden qué es correcto e incorrecto. Usaremos palabras sencillas y ejemplos fáciles para explicar estas ideas. Aunque estos temas provienen de la ética y la filosofía moral, los aprenderemos de forma fácil de entender.

¿Qué es el relativismo moral?

El relativismo moral es la idea de que lo correcto o incorrecto puede cambiar según dónde te encuentres o con quién estés. Esto significa que diferentes personas y culturas pueden consensuar diferentes normas de comportamiento. En el relativismo moral, no existe una única regla que funcione para todos en todo momento. En cambio, las personas analizan la vida y deciden qué es bueno considerando su cultura, familia y comunidad.

Por ejemplo, en un país, una costumbre puede indicar que es fundamental respetar a los mayores escuchándolos siempre. En otro lugar, se anima a los niños a hablar libremente y a hacer muchas preguntas, incluso a los adultos. Ambas formas de pensar se pueden observar en el relativismo moral. Cada grupo de personas decide lo que le conviene según sus propias creencias y tradiciones.

Ejemplos cotidianos de relativismo moral

Piensa en las reglas en casa o en la escuela. En un aula, podrías tener la regla de que todos deben jugar por turnos. En otra, la regla podría ser que el profesor llame a los alumnos al azar. Ambas aulas buscan mantener el orden y la equidad, pero sus métodos son diferentes. Esto es similar al relativismo moral. La idea es que las reglas pueden cambiar según el lugar o las creencias de la gente.

Otro ejemplo se puede encontrar en diferentes familias. Algunas familias pueden tener la regla de que todos deben decir "por favor" y "gracias" estrictamente. Otras familias pueden ser más flexibles y permitir diferentes formas de hablar con amabilidad. Estas diferencias demuestran que lo que se considera cortés y bueno puede variar, tal como nos enseña el relativismo moral.

¿Qué es el absolutismo moral?

El absolutismo moral es la idea de que existen reglas fijas sobre lo correcto y lo incorrecto. Esto significa que algunas cosas siempre son ciertas, sin importar quién seas o dónde vivas. Según el absolutismo moral, estas reglas nunca cambian. Son las mismas para todos, siempre.

Un ejemplo sencillo de absolutismo moral es la idea de que siempre está mal herir a alguien a propósito. Pase lo que pase, herir a otros se considera malo. Otro ejemplo es la honestidad. Mucha gente cree que decir la verdad siempre es la mejor opción. Estas ideas no cambian incluso si las personas provienen de diferentes países o culturas.

Ejemplos cotidianos de absolutismo moral

Imagina que estás jugando con tus amigos y encuentras un juguete perdido. Una regla basada en el absolutismo moral podría decir que debes intentar devolver el juguete a su dueño pase lo que pase. Esta regla no cambia de un parque a otro.

Otro ejemplo es una regla en clase que dice "no pegar". Ya sea en la escuela, en una fiesta de cumpleaños o en casa, pegar siempre está mal. Esto es similar al absolutismo moral porque la regla es fija y no depende de la situación.

Comparación entre el relativismo moral y el absolutismo moral

Comparemos estas dos ideas con puntos simples:

Imagina que tú y tu amigo están dibujando. Quizás tengan una regla que diga que siempre comparten sus crayones. Tu amigo puede que a veces los comparta, pero a veces piensa que está bien quedárselos. Si consideramos el absolutismo moral, compartir siempre sería la regla. Pero en el relativismo moral, la regla puede cambiar según la situación y los sentimientos de las personas involucradas.

Diferentes puntos de vista sobre la historia

Hace mucho tiempo, se hablaba mucho sobre lo que está bien y lo que está mal. Algunos pensadores antiguos creían en reglas fijas que toda persona debía seguir. Esta es la idea del absolutismo moral. Creían que algunas reglas, como la amabilidad o la honestidad, nunca cambian.

Otros pensadores creían que lo que es correcto para un grupo de personas podría no serlo para otro. Creían que nuestras ideas sobre lo correcto y lo incorrecto pueden cambiar con el tiempo y las diferentes culturas. Esta idea se denomina relativismo moral. Por ejemplo, las personas de una parte del mundo podrían celebrar una festividad especial de una manera única, mientras que las personas de otra parte podrían celebrar la misma festividad de forma muy distinta. Ambas respuestas son aceptables porque reflejan creencias morales diferentes.

Por qué ambas ideas son importantes

Tanto el relativismo moral como el absolutismo moral nos ayudan a comprender nuestras decisiones. El relativismo moral nos enseña a estar abiertos a otras formas de pensar. Cuando conocemos a alguien de una cultura diferente, podemos comprender sus ideas sobre el bien y el mal sin juzgarlo demasiado rápido.

El absolutismo moral nos da una idea clara de algunas reglas que contribuyen a la seguridad y el trato justo de todos. Por ejemplo, la regla de no herir a los demás nos enseña a ser siempre amables. Mucha gente piensa que algunas reglas deben permanecer inalteradas para mantener una sociedad justa.

Ambas ideas son útiles. Nos ayudan a comprender que, si bien algunas reglas son muy importantes, otras pueden ser flexibles y variar de una persona o cultura a otra. Este conocimiento nos ayuda a reflexionar con detenimiento sobre nuestras acciones y decisiones cotidianas.

Cómo pensar en estas ideas

Al intentar decidir qué está bien o mal, es útil plantearse preguntas sencillas. Piensa en las reglas que conoces. ¿Cambian estas reglas en diferentes lugares? ¿O son siempre las mismas?

Por ejemplo, piensa en compartir tus juguetes. Pregúntate: "¿Compartir siempre es bueno, pase lo que pase, o puede cambiar según la situación?". Al hacerte estas preguntas, piensas en el absolutismo moral y el relativismo moral.

Usando estas preguntas, usted puede decidir si una regla es una que siempre debe seguirse o si puede cambiar cuando usted está en un lugar diferente o con diferentes personas.

El papel de la familia, los amigos y la comunidad

Tu familia, tus amigos y tu comunidad desempeñan un papel fundamental en tu educación sobre el bien y el mal. Te ayudan a aprender qué reglas son importantes y cuáles pueden cambiar. Algunas familias creen en reglas fijas donde ciertas acciones siempre son buenas o siempre malas. Otras familias pueden ser más flexibles y permitir diferentes maneras de comportarse en distintas situaciones.

En la escuela, los profesores pueden establecer reglas para que todos aprendan y estén seguros. Estas reglas pueden provenir del absolutismo moral. Al mismo tiempo, tus amigos pueden tener ideas diferentes sobre lo que es divertido y justo. Esto demuestra relativismo moral. Ambas ideas te ayudan a aprender a ser una persona considerada.

Decisiones cotidianas y elecciones morales

Cada día, tomas decisiones que demuestran lo que crees que está bien o mal. Cuando decides compartir tu refrigerio, ayudar a un amigo o decir una palabra amable, estás tomando una decisión moral. A veces, estas decisiones reflejan reglas fijas, como tratar a alguien con amabilidad pase lo que pase. Otras veces, tus decisiones pueden cambiar debido a diferentes situaciones.

Por ejemplo, piensa en jugar a un juego. Una regla podría ser que todos deben esperar su turno. Si alguien olvida esperar su turno, podría entristecer a los demás. Esta regla contra colarse en la fila es como el absolutismo moral, porque se cumple pase lo que pase. Por otro lado, si juegas a un juego cuyas reglas pueden cambiar para hacerlo más divertido, estás ante el relativismo moral. Comprender ambos principios te ayuda a tomar mejores decisiones cada día.

Cómo las diferentes culturas ven el bien y el mal

Las personas en diferentes partes del mundo tienen tradiciones diferentes. Estas tradiciones contribuyen a moldear lo que consideran correcto. En algunas culturas, es fundamental seguir reglas estrictas porque se cree que ciertas acciones no deben cambiar. En otras, se cree que las reglas pueden ser más flexibles y cambiar con el tiempo y el lugar.

Por ejemplo, considere una festividad especial. En un país, las familias pueden tener muchas costumbres estrictas que demuestran respeto. En otro país, la gente puede celebrar con diferentes tradiciones divertidas y relajadas. Ambos tipos de celebraciones se basan en ideas sobre el bien y el mal, pero muestran relativismo moral porque las costumbres cambian con la cultura.

Aplicaciones en el mundo real

Incluso los adultos utilizan ideas del relativismo moral y el absolutismo moral en su vida diaria. Cuando los adultos establecen normas en el trabajo, en las juntas escolares o en los gobiernos, piensan en lo que es justo y bueno. Algunas leyes se crean porque la gente está de acuerdo en que ciertas acciones, como robar o herir a otros, siempre están mal. Estas leyes demuestran absolutismo moral.

En otras ocasiones, las normas de una comunidad pueden cambiar porque las personas tienen diferentes ideas sobre qué es lo mejor. Por ejemplo, algunas comunidades pueden establecer normas especiales para celebraciones, festivales o tradiciones que les son propias. Estas normas flexibles provienen del relativismo moral. Al comprender ambas ideas, los adultos intentan crear normas justas y respetuosas para todos.

Aprender sobre estas ideas nos ayuda a comprender que, incluso en el vasto mundo de los adultos, las decisiones sobre el bien y el mal son muy importantes. Cuando conocemos estas diferencias, podemos contribuir a que nuestras comunidades sean un mejor lugar para vivir.

Preguntas para ayudarte a pensar

Aquí hay algunas preguntas sencillas que puedes hacerte para explorar estas ideas:

Estas preguntas te ayudan a determinar si una regla es inmutable o si cambia con la situación. También te ayudan a decidir qué es lo correcto para ti y para los demás.

Conectando con otros temas

Las ideas que aprendimos hoy también se relacionan con otras asignaturas escolares. En estudios sociales, aprendemos cómo cada persona tiene sus propias costumbres y tradiciones. En la literatura, los personajes de los cuentos toman decisiones que reflejan sus sentimientos e ideas sobre el bien y el mal. Incluso en el arte, los distintos colores y formas pueden tener significados especiales para cada persona.

Estos enlaces muestran que aprender sobre el bien y el mal forma parte de muchas asignaturas. Ya sea que estudies historia o ciencias, comprender cómo las personas deciden qué es bueno te ayuda a ver el mundo con más bondad.

Historias sencillas para comprender ideas

Pensemos en una historia sencilla. Imaginemos a dos amigos, Anna y Ben. Anna cree que compartir siempre es la mejor manera de mostrar amabilidad. Siempre ofrece su refrigerio a quien no lo tiene. Ben, sin embargo, cree que esto puede cambiar. A veces piensa que guardarse un refrigerio está bien si realmente lo necesita. La forma de pensar de Anna refleja una idea similar al absolutismo moral: cree en una regla fija: compartir siempre es correcto. La idea de Ben se asemeja más al relativismo moral, ya que permite que la regla cambie según sus necesidades.

Esta historia nos ayuda a comprender que hay diferentes maneras de pensar en las reglas del bien. Ambas pueden ser útiles en diferentes situaciones. Al hablar de estos ejemplos, aprendemos más sobre cómo nuestras decisiones hacen que el mundo que nos rodea sea mejor y más amable.

Cómo aprender más sobre la moral

Hablar con tus profesores y padres es una excelente manera de aprender más sobre el bien y el mal. Pregúntales por qué creen que una regla es importante. Pregúntales si esa regla es la misma en todas partes o si puede cambiar en diferentes lugares. También puedes leer historias en libros que muestren personajes que toman decisiones difíciles. Estas historias pueden ayudarte a ver que aprender sobre la moral es un camino que emprendes a medida que creces.

Cada vez que tomes una decisión, piensa si se trata de una elección basada en una regla fija o de una elección que cambia según la situación. Al hacerlo, practicarás la comprensión tanto del absolutismo moral como del relativismo moral.

Aprendiendo a través de la discusión

Aunque ahora estés aprendiendo estas ideas en clase con palabras y ejemplos sencillos, tendrás muchas oportunidades de hablar de ellas con tu familia y amigos. Escuchar a los demás y compartir tus ideas puede ayudarte a comprender por qué algunas personas piensan de una manera y otras de otra.

A veces, después de una conversación o una historia, podrías preguntarte: "¿Esta regla siempre se cumple?" o "¿Cambia esta regla si estoy en otro lugar?". Estas preguntas son muy importantes. Demuestran que estás reflexionando profundamente sobre cómo las personas crean reglas.

Entendiendo el valor de la bondad

Tanto el relativismo moral como el absolutismo moral nos enseñan sobre la bondad. Aunque las personas tengan diferentes reglas, todas desean ser amables y justas. En el absolutismo moral, ser amable siempre es una regla que debe seguirse. En el relativismo moral, la bondad puede manifestarse de manera diferente según la situación. La idea clave es que cuidar a los demás es fundamental.

Por ejemplo, si ves a alguien triste o herido, puedes usar tu corazón para ayudarlo. Este simple acto de bondad es una decisión que muchos consideran siempre buena. Demuestra que, incluso cuando las reglas pueden cambiar, la bondad es un valor que ayuda a todos a sentirse mejor.

Mirando el panorama general

Cuando estudiamos las ideas morales, aprendemos que hay muchas maneras de discernir el bien del mal. Algunas son muy estrictas, mientras que otras permiten cambios. Ambas perspectivas nos ayudan a reflexionar sobre nuestro comportamiento y las normas que seguimos. En nuestro mundo ajetreado, ser conscientes de estas ideas nos ayuda a convivir de forma respetuosa y feliz.

Recuerda, las reglas y la moral no se limitan a seguir instrucciones. Se trata de entender cómo tratar a los demás con respeto, atención y honestidad. Ya sea que creas en reglas fijas o en ideas flexibles, es fundamental saber por qué te comportas de cierta manera.

Reflexiones finales

Hoy aprendimos que el relativismo moral es la idea de que lo correcto o incorrecto puede cambiar según la situación, la cultura o la familia. También aprendimos que el absolutismo moral es la idea de que algunas reglas son fijas y deben seguirse siempre. Ambas ideas nos ayudan a comprender cómo las personas conviven y toman decisiones a diario.

Al hablar de ejemplos de la escuela, el hogar y nuestra comunidad, vimos cómo estas ideas pueden cambiar nuestra perspectiva sobre nuestras acciones y decisiones. Conocerlas puede ayudarte a ser una persona justa, amable y considerada.

Resumen de puntos clave

Relativismo moral: Esta idea nos enseña que lo que está bien o mal puede cambiar. Depende de la cultura, la familia y la situación. En el relativismo moral, aprendemos a comprender las diferentes opiniones y a respetar las formas de vida de los demás.

Absolutismo moral: Esta idea nos enseña que algunas reglas son siempre las mismas. Ser honesto, amable y no herir a los demás son ejemplos de reglas que muchas personas creen que no cambian.

Ambas ideas nos ayudan a aprender sobre la justicia, la amabilidad y el respeto. Son útiles en nuestra vida diaria: en la escuela, en casa y en la comunidad.

Recuerda hacer preguntas y hablar con tu familia y amigos sobre lo que crees que es correcto. Esto te ayudará a convertirte en una persona afectuosa y considerada. Aprender sobre estas ideas morales es un camino que te ayudará a tomar buenas decisiones a diario.

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