Esta lección trata sobre cómo podemos compartir nuestras ideas usando argumentos y comprobar si son sólidas. Un argumento es una forma de justificar nuestras creencias. Usamos argumentos a diario, incluso al decidir qué juego jugar o qué refrigerio comer. En esta lección, aprenderemos las partes de un argumento y cómo determinar si es válido. Usaremos palabras sencillas y ejemplos de la vida cotidiana.
Una discusión es una forma cuidadosa de explicar una idea. No es una pelea, sino una forma clara de hablar de algo. Cuando le dices a alguien por qué te sientes de cierta manera, estás argumentando. Por ejemplo, podrías decir: « Creo que deberíamos tener más tiempo para jugar porque jugar nos hace felices». En este ejemplo, estás compartiendo una idea y dando una razón para ella. Una discusión ayuda a que la gente comprenda tu idea con claridad.
Un argumento tiene tres partes importantes:
Por ejemplo, si dices: « Deberíamos tener una mascota en la clase porque nos enseñan responsabilidad», la afirmación es que deberíamos tener una mascota en la clase. La razón es que tener una mascota enseña responsabilidad. La evidencia podría incluir ejemplos como: «Cuando cuidamos una mascota, aprendemos a alimentar y cuidar a otro ser vivo».
Imagina que estás armando un rompecabezas. Cada pieza es importante para completar la imagen. Al construir un argumento, comienzas con una afirmación clara, luego añades una razón y finalmente adjuntas pruebas. Todas estas piezas deben encajar para mostrar tu idea con claridad. Al igual que en un rompecabezas, si falta una pieza o no encaja, la imagen no está completa.
Por ejemplo, si quieres sugerir una idea divertida para tu clase, podrías decir: « Creo que deberíamos tener un huerto en la clase porque plantar nos ayuda a aprender sobre la naturaleza y a cuidar los seres vivos». Aquí, presentas una afirmación clara, una razón, y podrías añadir que otras clases tienen huertos que les ayudan a aprender. Esto hace que tu argumento sea sólido y completo.
Usamos argumentos a diario, incluso sin darnos cuenta. Aquí tienes algunos ejemplos sencillos que quizá entiendas:
Se afirma que el recreo debería ser más largo. La razón es que jugar al aire libre nos ayuda a mantenernos en forma. La evidencia podría indicar que uno se siente con más energía después de jugar al aire libre.
Se afirma que deberías comer una manzana. La razón de esta afirmación es que las manzanas son saludables. La evidencia muestra que contienen vitaminas que nos ayudan a crecer fuertes.
Se dice que el pilla-pilla es el mejor juego. La razón es que es divertido y activo. La prueba puede estar en las caras felices y las risas que se ven al jugar.
Evaluar un argumento significa comprobar si es sólido y claro. Puedes considerarlo como una lista de verificación. Hazte estas preguntas al escuchar un argumento:
Con esta lista de verificación, puedes determinar si un argumento es claro y coherente. Si falta algo, puedes solicitar más información o considerar otras razones que podrían fortalecer la idea.
A continuación se presentan algunos pasos sencillos que le ayudarán a evaluar cualquier argumento:
Siguiendo estos pasos podrás saber si un argumento es sólido o si necesita un poco más de trabajo.
A veces, al intentar explicar una idea, cometemos errores. Reconocerlos nos ayuda a argumentar mejor. Estos son algunos errores comunes:
Por ejemplo, si alguien dice: « Deberíamos comer más bocadillos porque es verano », la afirmación es que necesitamos más bocadillos. La razón podría parecer que el verano nos da hambre, pero si no hay una explicación de cómo el verano causa hambre o por qué necesitamos más bocadillos, el argumento no es muy sólido.
Al escuchar o leer un argumento, puedes usar preguntas para comprenderlo mejor. Aquí tienes algunas preguntas sencillas:
Estas preguntas funcionan como una lista de verificación. Pueden ayudarte a comprobar si la afirmación, la justificación y la evidencia están correctamente estructuradas.
El pensamiento crítico consiste en tomarse el tiempo para reflexionar detenidamente sobre una idea. Implica no solo escuchar, sino también preguntarse: "¿ Por qué? " y "¿ Cómo? ". El pensamiento crítico es importante porque ayuda a determinar si un argumento es sólido o débil.
Al usar el pensamiento crítico, no te limitas a aceptar una idea sin pensar. Te preguntas: "¿Suena bien esta razón?" y "¿Es clara la evidencia?". Esto te ayuda a aprender más y a tomar mejores decisiones. Incluso en conversaciones cotidianas con amigos, usar el pensamiento crítico te ayuda a disfrutar de mejores conversaciones y a aprender cosas nuevas.
Usamos argumentos en muchos aspectos de nuestra vida. En la escuela, en casa o al jugar con otros, expresamos nuestras ideas con argumentos. Aquí hay algunas maneras en que los argumentos y la evaluación nos ayudan en el mundo real:
Estos ejemplos de la vida real demuestran que saber cómo construir y evaluar argumentos puede ayudarte a tomar mejores decisiones. También te ayuda a escuchar atentamente cuando otros comparten sus ideas, lo que te convierte en un mejor amigo y compañero de clase.
A continuación se muestran algunos ejemplos adicionales que muestran cómo utilizamos la estructura de argumentos en nuestras conversaciones cotidianas:
En este argumento, se afirma que un paseo por la naturaleza es una buena idea, la razón es ver plantas e insectos, y la evidencia es que observar la naturaleza nos ayuda a aprender. Este ejemplo muestra cómo un argumento claro puede ayudar a todos a comprender tu idea.
Se afirma que un juego nuevo es una buena opción. La razón es que es emocionante y divertido, y la prueba es el placer que se siente al jugar juntos. Al conversar de esta manera, los amigos pueden elegir juegos que todos disfruten.
Se afirma que leer un cuento es útil. La razón es que leer ayuda a imaginar y aprender. La evidencia se ve en cómo la lectura nos hace más inteligentes y creativos. De esta manera, puedes presentar un argumento sólido de por qué leer es importante.
Hay formas en las que puedes practicar para mejorar aún más tus argumentos:
Si practicas estos consejos, podrás compartir mejor tus pensamientos y comprobar si un argumento es sólido.
Aprender a construir y evaluar argumentos es muy útil. Puede ayudarte de muchas maneras:
Estas habilidades son útiles en casa, en la escuela e incluso en la vida adulta. Cuanto más practiques, mejor entenderás cómo compartir tus ideas y aprender de los demás.
A continuación se presenta un resumen de los puntos clave de esta lección sobre la estructura y evaluación de argumentos:
Esta lección ha demostrado que un buen argumento es como un rompecabezas. Cuando la afirmación, la razón y la evidencia encajan bien, tu idea es sólida y fácil de entender. Al analizar cada parte del argumento, aprendes a reflexionar cuidadosamente sobre cada idea que escuchas o compartes.
Recuerda, cuando hables con tus amigos o compartas ideas en clase, busca siempre una afirmación clara, una buena razón y pruebas contundentes. Estas habilidades te ayudarán a comunicar mejor tus ideas y a tomar decisiones justas. Sigue practicando estos pasos en tu vida diaria. Con el tiempo, te convertirás en un pensador más seguro y con más confianza.
Ahora sabes que un argumento sólido se construye paso a paso. Usa tus nuevas habilidades para explicar tus ideas de forma sencilla y clara. Comprueba lo que dicen los demás con preguntas reflexivas y mantente siempre abierto a aprender más. Así, te volverás aún más inteligente y ayudarás a tus amigos a comprender nuevas ideas también.