Fumar tabaco es una acción que realizan muchas personas en todo el mundo, a pesar de los riesgos para la salud bien documentados que conlleva. En el fondo de la cuestión, la razón por la que a muchos les resulta difícil dejar de fumar es la adicción a la nicotina, una potente sustancia química que se encuentra en el tabaco. En esta lección, exploraremos qué es la adicción, cómo encaja fumar en este marco y el impacto que tiene en el cuerpo y la mente.
La adicción es una condición compleja, un trastorno cerebral que se manifiesta por el uso compulsivo de sustancias a pesar de las consecuencias nocivas. Las personas con adicción (trastorno grave por uso de sustancias) se concentran intensamente en el consumo de determinadas sustancias, como el alcohol o las drogas, hasta el punto de que se apoderan de su vida.
La nicotina es la sustancia química del tabaco que conduce a la adicción. Cuando una persona fuma, la nicotina se absorbe en el torrente sanguíneo y llega al cerebro en cuestión de segundos. Allí estimula la liberación de dopamina, un neurotransmisor asociado con el placer y la recompensa. Esta liberación de dopamina es lo que provoca la sensación de euforia o el "subidón" asociado con fumar. Con el tiempo, el cerebro comienza a depender de la nicotina para liberar dopamina, lo que lleva a la necesidad de consumir más nicotina para lograr el mismo efecto, un proceso conocido como tolerancia.
El ciclo de adicción a la nicotina se puede describir en los siguientes pasos:
Fumar conlleva numerosos riesgos para la salud que van desde leves hasta potencialmente mortales. Afecta a casi todos los órganos del cuerpo y es una de las principales causas de cáncer, enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, enfermedades pulmonares, diabetes y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Fumar también aumenta el riesgo de tuberculosis, ciertas enfermedades oculares y problemas del sistema inmunológico, incluida la artritis reumatoide.
Dejar de fumar es un camino desafiante debido a la naturaleza adictiva de la nicotina. Los síntomas de abstinencia pueden incluir ansiedad, irritabilidad, inquietud, aumento del apetito y antojos de nicotina. Sin embargo, dejar de fumar tiene beneficios inmediatos y a largo plazo para la salud. A los pocos minutos o días de dejar de fumar, el cuerpo comienza a repararse a sí mismo:
Para ayudar a dejar de fumar, existen varias estrategias y ayudas, que incluyen:
Comprender el tabaquismo en el contexto de la adicción proporciona una idea de por qué dejar de fumar es tan difícil para muchas personas. Destaca la importancia de abordar no sólo la adicción física a la nicotina, sino también los aspectos psicológicos. A pesar de la dificultad, dejar de fumar es una de las cosas más beneficiosas que un fumador puede hacer por su salud, con beneficios que comienzan casi de inmediato y mejoran cuanto más tiempo permanece sin fumar.